YNG Martyr sacude diciembre con “MILKSHAKES”, un golpe rap australiano que remezcla la nostalgia con puro filo

El australiano YNG Martyr cierra el año con “MILKSHAKES”, lanzado este 26 de diciembre, y lo hace a su manera: tomando un clásico del pop-rap de los 2000 —el hit de Kelis— para convertirlo en algo completamente distinto, más oscuro, más afilado y con esa irreverencia que lo ha convertido en una figura clave del underground internacional.

Lejos de ser un simple homenaje, “MILKSHAKES” es una reinterpretación feroz: baterías al estilo Detroit, un flow sin filtros y una energía que mezcla nostalgia con ataque frontal. Martyr vuelve a demostrar por qué supera los 350 millones de streams globales y por qué su sonido sigue rompiendo moldes donde sea que suene. Sus giras junto a Iann Dior y DC the Don, y su pluma detrás del tema “Still Humble” de Logan Paul ya lo habían posicionado en un escenario global; este single solo reafirma el control absoluto que tiene sobre su identidad sonora.

YNG Martyr tiene una historia que, si la contaran en una película, sonarían exagerada… pero es real. El rapero de Canberra inició su carrera en un chat de videojuego, improvisando rimas porque un desconocido lo desafió. El freestyle fluyó, la chispa prendió, y la música se convirtió en camino.

Con influencias tan poco convencionales como Earl Sweatshirt, Ski Mask the Slump God y el caos creativo de la era SoundCloud, Martyr debutó con “Putin” en 2018. Un año después apostó todo: pidió un préstamo de 15 mil dólares para promocionar “Nike Ticks” en páginas de memes e influencers. La jugada fue arriesgada, insólita y 100% su estilo… y funcionó. El tema explotó: más de 75 millones de streams, presencia global y el nacimiento de YNG Marketing, su agencia enfocada en estrategias digitales poco ortodoxas.

Hoy, YNG Martyr es una figura que desafía las reglas del rap australiano y que expande su impacto más allá de los márgenes. Con “MILKSHAKES”, vuelve a mostrar que no está aquí para seguir tendencias, sino para empujarlas.

Si el 2024 tenía que cerrar con una patada, él se aseguró de que fuera la de él.