Company Yo prende la calle con “No es rapear es ser rapero”, su declaración de principios al ritmo del trap

El 22 de agosto de 2024, la agrupación cubana Company Yo lanzó “No es rapear es ser rapero”, un track que llega como un golpe directo al pecho: crudo, auténtico y lleno de identidad. Más que una canción, es una postura frente al micrófono y frente a la cultura.

Con un sonido que mezcla trap moderno, energía callejera y barras con contenido, el tema funciona como un recordatorio de que el hip hop no solo se interpreta, se vive. La propuesta encapsula la esencia del dúo: una vibra real, filosa, que habla desde la experiencia y desde un respeto profundo por el movimiento. Es un manifiesto sobre lo que significa representar la cultura incluso cuando los focos se apagan.

Detrás de esta entrega está Company Yo, proyecto fundado en 2003 en La Habana por Rositika y Ashlie, actualmente radicado en Guadalajara, México. Su estilo combina rap, trap y sonoridades cubanas y foráneas, construyendo un sello propio que ha logrado cruzar fronteras.

A lo largo de su carrera han reunido una vitrina de reconocimientos: premios a mejor música y mejor proyección escénica en el festival La capital de la moña —uno de los encuentros clave del hip hop en Cuba— con jurados históricos como Aldo (Los Aldeanos) y Danay Suárez. También han participado como jurados en iniciativas como Creciendo en el Hip-hop en La Habana y Defendiendo Ideas en Artemisa, además de múltiples apariciones en televisión y radio. Sus discos han sido nominados a Cuerda Viva y Cubadisco, destacando dentro del panorama rapero del país.

Con seis discos y más de 80 canciones en el cuerpo, Company Yo no solo ha logrado aceptación nacional e internacional, sino que hoy continúa en expansión. Actualmente forman parte del sello La Clave Pro en México, donde además de artistas, trabajan como productores junto a Cyo-mix, creando esa música “para bailar que te pone a pensar”.

“No es rapear es ser rapero” sigue la línea de un proyecto que no le teme a las verdades, que mezcla calle, pensamiento y ritmo con la madurez de quienes llevan más de dos décadas respirando hip hop. Una pieza directa, poderosa y fiel a su raíz.