Giuseppe Cucè nos invita a danzar entre la nostalgia y la esperanza con “El mundo es verdadero”

El cantautor siciliano Giuseppe Cucè regresa con una obra que parece brotar del corazón mismo del sur del mundo: “El mundo es verdadero”, publicada el 23 de octubre, una canción que es al mismo tiempo poesía, danza y memoria.

Con una mezcla exquisita de merengue, guajira, rumba y danzón, el artista nos transporta a calles gastadas por el tiempo, a noches con luna negra y a miradas que cuentan historias sin palabras. Cada ritmo funciona como metáfora de una vitalidad que persiste incluso frente al dolor, un pulso que nos recuerda que a veces bailar también es resistir.

“El mundo es verdadero” no solo es una canción: es un retrato sensorial. Giuseppe alterna cuadros íntimos —la búsqueda de un camino, la primera vez, el desarraigo— con escenas colectivas que huelen a tierra caliente y esperanza. El resultado es un tema que abraza lo frágil y lo ardiente de la existencia, invitándonos a transformar la melancolía en movimiento.

El texto, escrito originalmente en italiano y adaptado al español por Alessandro Spagna (Pandi), mantiene la autenticidad y el ritmo de la obra original, logrando una conexión profunda con el idioma y con quienes lo escuchan desde esta parte del mundo.

🌙 Una voz que nace del arte y de la vida
Nacido en Catania (Italia), Giuseppe Cucè es un artista completo: músico, compositor, pintor y bailarín contemporáneo. Su carrera ha estado marcada por la exploración del alma humana y la reinterpretación de los cantos del sur del mundo. En su trayectoria ha colaborado con figuras como Riccardo Samperi, Francesco Bazzano y Edoardo Musumeci, entre otros.

Su álbum La Mela e il Serpente (2008), editado por TRP Music y publicado en Francia por Edina Music, le abrió las puertas de escenarios emblemáticos como Le Trianon, L’Alhambra y Le Petit Saint Martin en París, consolidando su presencia internacional.

Con “El mundo es verdadero”, Giuseppe Cucè vuelve a recordarnos que el arte no solo se escucha: se siente, se baila y se recuerda.

💫 Una canción que huele a tierra, suena a corazón y se mueve al ritmo de la vida.